jueves, 21 de mayo de 2009

Historia de las relaciones Perú-Costa Rica.

Ver: Cognoscibilidad.blogspot.com
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Costa Rica: Amigo del Perú en la Guerra del Pacífico

Historia de una amistad. En pleno conflicto armado recibimos valiosa ayuda costarricense. Un interesante episodio de nuestra historia que muy escasamente se resalta o difunde. Un gesto de amistad que debemos recordar y agradecer.

Rosa Garibaldi*

A mediados de 1856 un hecho escandalizó a la América Latina: el filibustero norteamericano William Walker se apoderó de Nicaragua con el apoyo encubierto de Estados Unidos, entonces bajo la presidencia del demócrata James Buchanan, líder máximo de la corriente expansionista. La respuesta del presidente Ramón Castilla fue inmediata. Formuló, a través de Juan Ignacio de Osma, ministro peruano en Washington, la más enérgica protesta al Departamento de Estado y expidió, además, un decreto para crear una legación en Centroamérica nombrando como ministro residente a un abogado de 35 años: Pedro Gálvez, su ministro de Justicia. El decreto dispuso auxilios para América Central en su lucha contra el filibustero Walker y negociaciones para lograr adhesiones al Tratado Continental que, con el auspicio del Perú, y conjuntamente con Chile y Ecuador, fue firmado ese año. Creó una sólida alianza continental contra el peligro de expediciones piráticas como la de Walker.

Gálvez en Costa Rica

Pedro Gálvez llegó a Costa Rica con dos miembros de su legación el 22 de enero de 1857. Era un momento crítico pues la campaña bélica contra Walker ya no estaba surtiendo efecto. Arribó cuando el bergantín Once de Abril, comandado por el marino peruano Antonio Valle Riestra acababa de incendiarse en plena batalla contra la goleta filibustera Granada, de Walker. Valle Riestra quedó terriblemente quemado y fallecieron dos marineros peruanos. La presencia de Gálvez robusteció los ánimos para reanudar las operaciones bélicas. Costa Rica emprendió los esfuerzos para reconstruir su ejército y liderar la segunda expedición contra Walker. El presidente costarricense Juan Rafael Mora autorizó a Gálvez para que, en su representación y con los más amplios poderes, coordinara con el Gobierno Guatemalteco la acción unida de todos los estados centroamericanos en la lucha para expulsar a Walker. Al mismo tiempo, el canciller de Costa Rica, Lorenzo Montúfar fue enviado a El Salvador en idéntica misión. Derrotado y acorralado por los ejércitos centroamericanos, William Walker fue rescatado por la marina estadounidense.

Lazos de amistad

La solidaridad del Perú con Costa Rica llegó a ser tan profunda que se convirtieron en socios para construir un futuro canal interoceánico. Al mismo tiempo, primero Costa Rica y, luego el resto de estados centroamericanos se adhirieron al Tratado Continental.

En julio de 1857, Gálvez firmó con Costa Rica un convenio fijando las condiciones de un empréstito de cien mil pesos con el que el Gobierno Peruano auxiliaba a Costa Rica, con un interés del 4% anual y con diez años de plazo para el reembolso. Gálvez explicó que el ánimo del Perú hubiera sido no cobrar interés alguno; cobraba 4% porque el Perú estaba obligado a pagar, a la vez, ese interés por los 100.000 pesos que el consignatario del guano en Gran Bretaña le había cobrado por adelantarle el dinero.

La obligación de Costa Rica venció en 1868. En la documentación de Hacienda, publicada en Costa Rica, consta que jamás pagó un centavo y que jamás el Perú reclamó por ello. No fue sino en 1879, durante la Guerra del Pacífico, que el ministro peruano Tomás Lama solicitó el pago del préstamo pero con una considerable rebaja en los intereses acumulados. El historiador costarricense Cleto Gonzales Viquez señala que no fue propiamente un negocio; fue más bien “un servicio de amistad y una demostración de simpatía al Perú por su actitud de defensa contra el filibusterismo”. El historiador costarricense Rafael Obregón afirma que el Perú fue el único país que ayudó de manera efectiva a la causa centroamericana. Otros expresaron su simpatía y solidaridad pero su actitud no pasó de allí.

La gran ayuda al Perú

Los esfuerzos de Costa Rica por retribuir el apoyo y la generosidad del Gobierno Peruano le causaron serios problemas. El 28 de agosto de 1879 el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Miguel Luis Amunátegui, pidió explicaciones, pues el Gobierno de Chile se había enterado de que en Panamá se había desembarcado, y trasladado en una nave con destino al Perú, 103 cajones de rifles y 200 de cápsulas fulminantes, armamento entregado en Costa Rica al general don Domingo Vásquez, ex ministro de Honduras en Lima, pero cuyo destino final era el Perú. El canciller costarricense negó —en nota dirigida a su par chileno— que su país hubiera entregado armamento al Perú, sin embargo cuando el ejército chileno invadió Lima encontró en los Archivos de la Cancillería Peruana prueba de que la entrega de armamento se había efectuado.

El Gobierno de Costa Rica se encontró en serios aprietos cuando llegó a San José una misión, bajo el mando del encargado de negocios chileno Adolfo Carrasco Albano, para entablar un enérgico reclamo. La nota que el agente chileno envió a la cancillería costarricense le advertía que suministrar armas a un beligerante era motivo, en Derecho Internacional, para que el otro beligerante declarase la guerra. El representante chileno, sin embargo, mostró disposición para aceptar una explicación y dar por sentado que no hubo ánimo hostil sino, a lo sumo, “inconsciencia de la responsabilidad de un acto que resultaba violatorio de la neutralidad”.

Esta magnífica historia de solidaridad y amistad del Perú y Costa Rica fue ampliamente comentada el 8 de noviembre del 2005 por Marco Vinicio Vargas, viceministro de Relaciones Exteriores de esa nación centroamericana, ante su canciller Roberto Tobar, el embajador del Perú Alberto Gutiérrez La Madrid y la autora de esta nota, durante las actividades conmemorativas del 150 aniversario de la guerra contra el filibustero William Walker, que finalmente culminó con su derrota y expulsión definitiva y su ejecución en Honduras el 12 de setiembre de 1860.

William Walker (1824-1860).

Médico, abogado, militar y filibustero de Estados Unidos que a mediados del siglo diecinueve con la ayuda de mercenarios de su país intentó conquistar Centroamérica, autoproclamándose presidente de Nicaragua en 1857 y pretendiendo crear una colonia esclavista. Fue ejecutado en Honduras en 1860, contando con 36 años. En tiempos de la Guerra Civil norteamericana gozaba su memoria de gran reputación entre los estados sureños y del oeste. Mientras los estados del norte lo consideraban un simple pirata.

[*] Historiadora y diplomática peruana, profesora en la Academia Diplomática del Perú.

Fuente: Diario El Comercio. Domingo de 17 de mayo del 2009.

2 comentarios:

Juan dijo...

Buen y lógico fin para un delincuente internacional como el descrito.

Eddy Romero Meza dijo...

La política exterior del Perú con Ramón Castilla, es con seguridad la más notable a lo largo del siglo XIX. La cancillería peruana fue la más activa de la región y entre sus acciones más importantes figuran las siguientes:

- Rechazo a la presencia del filibustero americano William Walker, quien intervino en Nicaragua pretendiendo implantar una monarquía (1856).

- La firma en Washington del Tratado de Alianza y Confederación contra la agresión de cualquier país extraño. Siendo sólo suscrito por el Perú, México, Nueva Granada, Costa Rica y Guatemala.

- Protesta contra el pedido del presidente ecuatoriano, García Moreno, de convertir el Ecuador en un protectorado francés o español.

- Envío de 5000 soldados a México, a cargo de Nicolás Corpancho. Esto debido a la intervención francesa, española e inglesa (1861), que llevo a que Maximiliano de Austria fuera proclamado emperador de ese país.

- Campaña diplomática de rechazo continental contra la intervención española en Santo Domingo.

Saludos!